Camuflaje

En teoría, los premios Nebula, gestionados y escogidos por autores profesionales de fantasía y ciencia ficción, deberían ser los galardones del ramo más fiables. En la práctica, sin embargo, son los que más fluctúan, dándose años en que sus elecciones se antojan cuanto menos desconcertantes. Por ejemplo en 2006, cuando optaron por conceder el premio a mejor novela a «Camuflaje», de Joe Haldeman («Camouflage», 2004).

«Camuflaje» nos cuenta básicamente la historia de un alienígena que llegó a la Tierra hace un millón de años, y que lleva todo ese tiempo mezclándose con la fauna autóctona y adoptando diversas formas, principalmente la de un gran tiburón blanco. En 1931, por primera vez, sale del mar y entra en contacto con los seres humanos, imitándolos con la misma habilidad y facilidad con que simulaba ser un escualo. Claro que los seres humanos, comportamentalmente, son un poquito más complejos que un pez prehistórico, así que el ser polimorfo tiene unas cuantas cosas que aprender.

Camouflage(1stEd)

La narración de su periplo de descubrimiento se entrelaza con una trama de futuro cercano, ambientada entre el 2019 y el 2021, en la que una empresa oceanográfica descubre un objeto superdenso, enterrado en el fondo del Pacífico y cubierto por estratos coralinos que han tardado un millón de años en depositarse. Tras montar una operación científica en Samoa, intentan primero estudiarlo, para pasar a continuación a tratar de comunicarse con él, cuando se hace evidente que es algún tipo de instrumento artificial.

Entre una trama y otra, nos encontramos un segundo alienígena del que no llegamos a saber mucho más que es capaz de asumir instantáneamente la apariencia de cualquier hombre, al que se le apoda «el camaleón», quien vive entre nosotros desde hace miles de años, impulsado por un instinto de autoconservación feroz, unido a una actitud muy poco respetuosa (incluso cruel) con la vida humana.

Como no puede ser de otra forma, sabemos que todo ello terminará confluyendo, pero al menos esperamos que el camino sea interesante… lo cual no se cumple del todo. La trama del polimorfo es la más intrigante, con sus primeros intentos por asimilar la cultura humana a partir inicialmente de la mera imitación. Sus primeros errores y su camino de humanización, que culmina con su participación en la marcha de la muerte de Bataan durante la Segunda Guerra Mundial (lo cual le confiere el sentido ético), son muchísimo más atractivos que un enigma científico al que se dedica muy poca ciencia (aunque dé para muchos capitulitos).

En cuanto a la trama del Camaleón, se podría decir que Haldeman no le presta demasiada atención… no vaya a ser que le reviente la «sorpresa» final.

Camuflaje

A nivel de estilo y contenido, me ha llamado la atención, como ya ocurrió con «Viejo siglo XX«, la ausencia de ideas no ya novedosas, sino incluso actuales (entendiendo por «actual» el año de su publicación). A decir verdad, en muchos momentos parece un refrito de tal o cual película (por ejemplo la saga de Terminator, «La cosa» o, por breves momentos, «Contact»), tratando todo lo científico de la forma más vaga posible… lo cual es complicado, porque si de alguna tradición bebe es del thriller con algún componente hard.

En todo lo que respecta a las habilidades del polimorfo, por ejemplo, Haldeman se esfuerza por dotar a su habilidad de unas reglas más o menos coherentes, aunque por desgracia acaba tropezando siempre con alguna complicación que obliga a aludir a la magia (y no vale invocar a Clarke para soslayar la cuestión). Como resultado, lo que en principio podía resultar atractivo acaba deviniendo en irrelevante, no tanto por su incapacidad para dotarlo de un armazón lógico creíble como por su obstinación en forzar en el lector ese enfoque en concreto.

Sufre, además, del gran problema del futuro cercano cuando la época de lectura va aproximándose a la de ambientación. Ese 2019, que tenemos a menos de un lustro vista, no se parecerá demasiado al propuesto por el autor en 2004 (aunque ya por entonces no creo que lo hubiera juzgado como particularmente acertado, pues apenas se limita a añadir un escáner retinal ubicuo y a juguetear muy tímidamente con pequeños ajustes geopolíticos.

camouflage

La novela, pues, va desarrollándose capítulo a capítulo, sin grandes ideas o desarrollos pero razonablemente atractiva para quien sólo busque pasar el rato (nada que objetar al respecto, simplemente no se trata de material digno de especial reconocimiento), hasta que llega a una de las conclusiones más decepcionantes que recuerdo haber leído en mucho tiempo… y ahí sí que surge la gran pregunta:

¿Qué vieron los votantes del Nebula en «Camuflaje» que fuera siquiera equiparable a «Jonathan Strange y el señor Norrell«, la ganadora del Hugo de aquel año y cocandidata al Nebula? (por no hablar de que ignoraron a los otros candidatos al Hugo como «El río de los dioses» de Ian McDonald, «El algebrista» de Iani Banks, «El Concilio de Hierro» de China Miéville o «El amanecer de hierro» de Charles Stross). Tampoco es que unos años antes, en 1999, no le hubieran concedido ya a Haldeman un premio más honorífico que otra cosa por «Paz interminable«.

Por añadidura a este galardón, «Camuflaje» obtuvo también el Premio James Tiptree Jr., que se concede a obras de ciencia ficción o fantasía que expanden o exploran el conocimiento de los géneros sexuales., básicamente porque el polimorfo empieza imitando a un varón y acaba decantándose por un cuepor de mujer. Tampoco aprecio que profundice mucho en las peculiaridades psicológicas del proceso, pero no se puede decir que la lista de ganadores del premio desvele muchos títulos realmente significativos (eso sí, Haldeman puede enorgullecerse de ser uno de los pocos hombres en conseguirlo, casi todos ellos distinguidos entre 2002 y 2005).

Otras opiniones:

Otras obras del mismo autor reseñadas en Rescepto:

~ por Sergio en diciembre 5, 2014.

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