La fuga de Logan

En 1967 dos escritores de segunda fila, asociados además con el mundo de la ficción audiovisual, William F. Nolan y George C. Johnson, publicaron su primera novela, «La fuga de Logan» («Logan’s run»). Nueve años después, con guion de David Zelag Goodman y dirección de Michael Anderson, United Artist estrenó su adaptación cinematográfica, que si bien de buenas a primeras no pasó de ser un éxito moderado (ganando incluso un Oscar a los mejores efectos especiales), pronto fue ganando apoyos hasta alcanzar el estatus de obra de culto… lo que de rebote ha otorgado notoriedad a un libro que sin ese atractivo posiblemente hubiera sido olvidado hace mucho.

La historia (en el libro) se ambienta en el 2116. En el año 2000, tras la breve pero violenta Guerra Menor, se estableció que la edad máxima sería de veintiún años. Todo individuo mayor debía morir, dejando el camino libre a la juventud. Con el tiempo, se establecieron tres períodos: niñez, hasta los siete años; juventud, hasta los catorce y madurez para el septenio final. El paso de una fase a otra viene marcada por un cambio en la Flor, un dispositivo luminoso inserto en la palma de la mano que pasa del color amarillo al azul y de este a rojo, para ponerse a parpadear durante el Último Día y apagarse por completo y volverse negra al agotarse el tiempo de vida.

Se espera de los ciudadanos que durante su último día se presenten de forma voluntaria en los centros de Sueño. Un cierto porcentaje de los mismos, sin embargo, decide huir y ahí entran en acción los Vigilantes. Especialmente entrenados para la caza y equipados con su Arma, los vigilantes persiguen y matan a todos cuantos pretenden eludir su destino. Son eficaces e implacables… y sin embargo cada vez hay más fugitivos, espoleados por una leyenda que se difunde entre susurros, la del Santuario, en donde todo el mundo puede seguir viviendo y llegar a viejos (como ha ocurrido con el mítico Ballard, el líder de los renegados).

La primera mitad de la novela será, asumiendo ciertas discrepancias, familiar a cualquiera que conozca la película. Nos presenta un mundo que podría considerarse el paraíso de cualquier joven, sin adultos al mando de nada (la gestión rutinaria se encuentra en «manos» de un superordenador central, el Pensador), entregados al hedonismo (sexo y drogas) y a vivir rápido el tiempo del que disponen sin pensar para nada en el futuro (una visión un tanto caricaturesca de cualquier generación adolescente que haya existido en el mundo).

La trama se centra en Logan 3, un vigilante que inopinadamente está entrando en su Último Día. Pese a cierta inquietud e incluso hastío existencial, no lo está llevando demasiado mal, así que cuando se le presenta la oportunidad de infiltrarse en la red clandestina que ayuda a los fugitivos a alcanzar el Santuario, se lanza a ella de cabeza, con la intención de acabar con Ballard. Así, acompañando a Jessica 6, otra fugitiva (a cuyo hermano ayudó, por cierto, a matar), comienza un periplo desquiciado por toda la Tierra, siendo perseguido por su compañero vigilante Francis.

Es más o menos en este punto donde empiezan a separarse de verdad las tramas de novela y película. En el original literario, siguen una serie de viñetas inconexas mientras Logan y Jessica saltan de un extremo al otro del mundo en pos del rastro del Santuario, debiendo a menudo de luchar por su vida en ubicaciones como una prisión polar, la ubicación física del Pensador bajo el monumento (por fin concluido) a Caballo Loco, una guardería automatizada o un campo de batalla simulado que recrea un sangriento episodio de la Guerra de Independencia (norte)americana. Son escenarios ignorados por completo por el guionista de la película, salvo por dos escenarios que reimagina y resignifica para darle una conclusión diferente a la historia.

Un trabajo muy necesario, porque básicamente a Nolan y Johnson lo último que les preocupa es no ya cerrar la trama, sino siquiera construir cualquier tipo de sublectura significativa más allá de imaginar las aventuras más peregrinas, contadas además con un estilo directo y ramplón y recurriendo a cualquier casualidad imaginable para resolver por la vía rápida unos conflictos solventados apenas han llegado a plantearse. Como mucho, podría argumentarse que la novela es una crítica un tanto reaccionaria al movimiento hippie (el de 1967 fue el Verano del Amor). Lo peor, sin embargo, es que el mundo de Logan no tiene sentido. A los autores se les fue la mano, y mucho, situando su límite superior en apenas veintiún años de vida. En ese sentido, tal vez sea hasta una suerte que sus ansías por hacer avanzar la acción no les permitan detenerse en nada, porque la sociedad resultante sería absolutamente inviable, y aunque esa podría ser precisamente su intención (de existir una), hubiera sido de agradecer un poco más de esfuerzo por su parte.

En el mundo de Logan, por ejemplo, no existiría no ya el tiempo necesario para formarse convenientemente en la realización de cualquier oficio más o menos complejo de los necesarios en una civilización tecnificada, sino siquiera la motivación para desempeñarlos (y la excusa del Pensador como ingrediente secreto de este éxito no se sostiene). Todo ello por no hablar de que solo para asegurar el reemplazo generacional las mujeres tendrían que pasar embarazadas casi el diez por ciento de su vida (o el treinta por ciento de su vida «adulta»)… sin siquiera recurrir al instinto maternal, porque los niños les son arrebatados en el instante mismo del nacimiento.

La película soluciona en parte esta cuestión subiendo la edad límite hasta los treinta (lo cual, por otro lado, reduce el impacto provocador de la disoluta vida de los niños en el original literario), pero sobre todo reformulando el maltusianismo cutre de Nolan y Johnson (lejos, muy lejos, de títulos contemporáneos como «¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!» de Harry Harrison [1966], «Todos sobre Zanzíbar» de John Brunner [1968] o «El mundo interior» de Robert Silverberg [1972]) y sustituyéndolo por un escenario postapocalíptico encubierto que entronca también con las historias de naves generacionales (ambas iteraciones, todo hay que decirlo, evitan por completo examinar en modo alguno cómo sería una sociedad compuesta únicamente por niños y jóvenes). En general, se cumple la tradición de que la base muchas de las mejores, o cuando menos más evocadoras, películas fantásticas (sobre todo durante el siglo XX) son libros mediocres.

Aprovechando el tirón de la película, William F. Nolan publicó otras dos novelas de la serie: «Logan’s world» (1977) y «Logan’s search» (1980) y participó en la creación de un serie de televisión que duró solo catorce capítulos (y de la que tenía muy buenos recuerdos de infancia… totalmente destruidos cuando cometí el error de intentar volver a verla). A esto se añade una novela corta, «Logan’s return», publicada electrónicamente en 2001. Existen asimismo varias adaptaciones al cómic y al menos tres novelas inéditas, dos de ellas escritas en «colaboración» por Nolan y otra de George C. Johnson. El reciente fallecimiento de ambos, así como el abandono parece que definitivo de los planes para rodar un remake, podrían haber dado el carpetazo al universo de Logan (al menos en el futuro previsible).

La relevancia cultura continuada del mundo de Logan fue sin duda uno de los méritos que le valieron a William F. Nolan en 2006 el título de Author Emeritus por parte de la SFWA (a ello contribuyeron también sus cuentos, sobre todo de terror, sus biografías, en especial las referidas a su buen amigo Bradbury, y su extensa labor como antólogo).

Otras opiniones:

~ por Sergio en enero 31, 2023.

2 respuestas to “La fuga de Logan”

  1. Totalmente de acuerdo con lo que dices de la serie de TV. No hay que olvidarse tampoco del remake inconfenso: La Isla, de Michael Bay.

    • No había relacionado «La isla» con Logan, aunque sí que tienen muchos elementos en común. ¿Qué será lo siguiente? ¿La versión Michaelbay de Zardoz? (con Dwayne Johnson).

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

 
A %d blogueros les gusta esto: