Bajo la influencia
Sabes que te encuentras ante una experiencia diferente cuando la antología que estás a punto de leer lleva por subtítulo «libro de Versiones, Remezclas y otras formas de Plagio» y el nombre del autor está ausente de portada, contraportada y lomo. Toda una declaración de intenciones. Lo habitual es que el escritor se preocupe por el tamaño y visibilidad del rotulito con su nombre; al fin y al cabo, con un poco de talento (asumido sin complejos) y un mucho de suerte, podría llegar el día en que ese detalle bastara para vender un libro.
También es una forma de reafirmar la posesión, de proclamar que todo lo contenido entre las cubiertas es suyo, aun a sabiendas de que desde los tiempos de Homero resulta muy aventurado arrogarse una autoría sin la asumción implícita de estar jugando con ideas que otros ya pensaron y estructuras heredadas, con la esperanza de lograr permutaciones interesantes, aderezadas quizás por una chispa de originalidad (la literatura, por tanto, no se diferencia en suma de cualquier otra actividad cultural humana).
«Bajo la influencia» parte de la premisa opuesta. Asume desde el principio la deuda, se recrea incluso en ella, para forjar una propuesta narrativa original, un juego de referencias (o presuntas referencias), que emborrona con meticulosa insistencia la frontera entre verdad y mentira, entre creación y plagio, al tiempo que sostiene la pretensión de estar haciendo todo lo contrario. Consiste en una serie de relatos, breves en general, engarzados en prolijas explicaciones sobre el origen de los mismos, en los que el autor se transforma en personaje y no duda en contradecirse y en llevar hasta el extremo la paradoja del mentiroso que se define a sí mismo como tal.
Pese a lo que podría insinuar el subtítulo, las referencias (de haberlas) no siempre están claras (y, desde luego, el último lugar donde cabría encontrarlas es en las «explicaciones»). El tono general podría definirse como de crónica o artículo literarizado, ahondando por tanto en el doble requiebro de narrar mentiras como si fueran verdad, destapándolas de antemano como ficción o incluso desacreditándolas a posteriori (y desligando estilo y lenguaje, para terminar de difuminar cualquier tipo de categorización clara).
A un nivel puramente técnico, la ejecución no siempre está a la altura de la empresa, existiendo altibajos en el interés y calidad de los relatos (algunos de los cuales carecen de una conclusión satisfactoria… o de cualquier otro tipo). De igual modo, la reflexión sobre la autoría cobra en ciertos momentos excesivo protagonismo (o quizás excesiva gravedad), como si el autor hubiera mordido más de lo que podía masticar. Constituye un pequeño escollo cuando se intercala entre relatos breves porque desequilibra un tanto el centro de atención hacia el autor (como personaje), cuando el fuerte de la obra reside precisamente en mantenerse el máximo tiempo posible en la ambigüedad, navegando entre dos aguas.
Otro aspecto destacable del volumen lo supone la inclusión de varias ilustraciones que ayudan a establecer el tono poético, obra de la artista catalana Silvia Cuello, que confieren a la obra un acabado especial, que retrotrae a los grabados con que antiguamente solían acompañarse las novelas más famosas. De hecho, presentan igualmente la breve cita de rigor a pie de dibujo. Por desgracia, la calidad de impresión (o algún problema de resolución) no termina de hacerles justicia, cuestión que puede solucionarse fácilmente echando un vistazo a los originales en la sección correspondiente del blog de la ilustradora (con lo cual también se obtiene un atisbo sobre el contenido literario del libro).
Con esto me queda una reseña bastante más breve de lo que suele ser habitual, pero es que con una obra como «Bajo la influencia» revelar mucho más sería contraproducente. Pese a estar construida a base de fragmentos, su auténtica naturaleza sólo puede aprehenderse de forma global, y a esa panorámica general he prestado atención.
Ah, sí, el autor.
Las versiones, remezclas y otras formas de plagio vienen en esta iteración bajo la firma de Daniel Miñano.
Agradezco a Grupo Editorial AJEC el envío de un ejemplar de “Bajo la influencia” para su reseña en Rescepto.
Otros enlaces de interés:
Totalmente de acuerdo.