Fabricantes de sueños 2008
Acaba de hacerse pública la lista de cuentos seleccionados para el Fabricantes de Sueños 2008. Para aquellos que no estén en el ajo, el Fabricantes es una publicación auspiciada por la AEFCFT que desde 1999 recopila los mejores relatos del año precedente a juicio del comité seleccionador. Así pues, el Fabricantes 2008 vendría a ser un extracto de lo mejor del 2007 en relato fantástico publicado originalmente en castellano. Y me satisface poder anunciar que los seleccionadores han decidido incluir uno de mis cuentos, «Yamata-no-Orochi», de corte lovecraftiano, publicado en el número 7 del fanzine Miasma.
Vaya desde aquí mi agradecimiento tanto al comité seleccionador como a los responsables de Miasma. En estos momentos en que el cuento fantástico se encuentra en una situación tan precaria, su labor de apoyo y difusión del género y de los nuevos autores es impagable.
Os adjunto a continuación el comunicado íntegro del comité seleccionador y a continuación realizaré una reflexión (uno de mis rollos, al llegar hasta ella podéis dejar de leer sin remordimientos):
Tal y como comentábamos hace unas semanas, terminó el proceso de selección de la Antología Fabricantes de Sueños 2008, editada por Pórtico: Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror. Por ello, porque finalmente se está materializando este sueño, una vez más queremos volver a expresar nuestra gratitud por la confianza depositada en la mencionada antología (por extensión, también en el grupo seleccionador del año 2008: léase Carlos Alberto Gómez, Juan José Parera, Juan Manuel Santiago, Magnus Dagon, Miguel Ángel Puente y Pily B.).
Y sin más preámbulos, pasamos a haceros partícipes de los relatos (ordenados alfabéticamente) , que compondrán la selección soñadora:
– Aduya, de Sergio Parra (publicado dentro de la antología «Mensajes perdidos»).
– Blackout, de Jordi Armenol (publicado en la web de Libro Andrómeda).
– Chalala, de David Mateo (publicado en MiasMa).
– El comienzo de la partida, de J. E. Álamo (publicado por Grupo Editorial AJEC).
– El hombre infalible, de Carlos Duarte Cano (publicado en Axxon).
– El mazo, de José Mª Tamparillas (publicado en MiasMa).
– Erundina salvadora, de Mª Concepción Regueiro (publicado por Alfa Eridiani).
– Historia de Alexei, de Juan Antonio Fdez. Madrigal (publicado por Grupo Editorial AJEC).
– La apertura Slagar, de Alfredo Álamo y Santiago Eximeno (publicado por NGC 3660).
– La ciudad de los muertos, de Antonio J. Cebrián (publicado en Sinergia).
– La mancha, de Laura Ponce (publicado en Aurora Bitzine).
– La muerte interior, de Claudio Amodeo (publicado en Axxon).
– Por siempre otro, de Laura Quijano (publicado en NGC 3660).
– Procedimiento de rutina, de Ramón San Miguel Coca (publicado en El Sitio de Ciencia Ficción).
– Servir al hombre, de Domingo Santos (publicado en Bem-Online).
– Vlad, de José Ignacio Becerril (publicado en Ocio Joven).
– Yamata-no-Orochi, de Sergio Mars (publicado en MiasMa).
Asimismo, hemos creido oportuno hacer mención de aquellos otros relatos y autores que se quedaron a las puertas de la selección. Ellos son:
– Anticuerpos, de Sergio Alejandro Amira (publicado en Alucinaciones. TXT).
– El mejor de los nombres, de Néstor Darío Figueias (publicado en NGC 3660).
– Nacimiento, de Raelana Sagan (publicado en Ocio Joven).
– Palabras robadas, de Manuel Mije (publicado en Aurora Bitzine).
Al resto de los colaboradores, gracias nuevamente por la confianza depositada en nuestro equipo y, sobre todo, por vuestras respuestas positivas tras la notificación definitiva. ¡Ese es el espíritu!
Y eso es todo por el momento,
Agradecidos saludos:
Los Seleccionadores de Sueños.
PD: Rogamos se dé difusión a este comunicado.
Mi enhorabuena al resto de seleccionados (entre los que hay varios conocidos, personales y por proyectos comunes, amén de viejos compañeros de antologías diversas).
Quisiera, sin embargo, centrar la atención más que en los autores (ya habrá tiempo para eso, que éste es uno de los volúmenes que contarán fijo con una reseña en este blog) en una inversión de tendencia. Once de los diecisiete relatos fueron publicados originalmente en formato electrónico. En la última antología publicada (en el 2006) fueron siete de trece, la del 2005 contenía tres de diez y la del 2004 dos de ocho (la del 2007 aún no se ha hecho pública, pero sé de buena tinta que el porcentaje de relatos publicados originalmente en revistas electrónicas es alto). Por desgracia, esto no se debe sólo a la explosión de los ezines, sino también a la implosión del relato publicado en papel. Para esta edición ya no sobrevivía ni una sola revista, siendo la única publicación periódica en las tiendas Miasma (que cuenta con tres relatos en la selección). El resto de «papelones» del Fabricantes 2008 provienen del volumen «Mensajes perdidos» de libro Andrómeda (reseña en este mismo blog) o de las antologías publicadas por el Grupo Editorial AJEC, que es la única editorial profesional (aunque pequeña) que aún apuesta por el relato (de «Magnífica víbora de las formas» de Juan Antonio Fernández Madrigal y «El enviado» de J. E. Álamo).
No es que esto sea malo en sí mismo, pero no puedo dejar de establecer una correlación entre medio de edición, número de relatos y longitud (hipotética) de los mismos. Aun dejando de lado el volumen del 2004 (las apreturas económicas forzaron un tomo algo más finito de lo normal), se aprecia cómo el aumento de cuentos electrónicos va unido a un incremento en el número total de seleccionados, hasta llegar a los diecisiete del futuro volumen. Mi hipótesis es que el ezine, con todas sus ventajas, no es un medio adecuado para publicar textos de cierta longitud, así que se produce un sesgo hacia los cuentos cortos. Incluso Miasma, por su propia naturaleza, no puede apostar por relatos de 10.000 palabras (por citar un número redondo). Los textos largos que antes se publicaban en Artifex o Asimov o Paura, ahora deben quedarse en el cajón hasta que logres sacar adelante una antología propia (algo dificilísimo); y para comértelos con patatas, mejor ni los escribes. La franja entre unas 6.000 y 25.000 palabras (que ya te permite aspirar al UPC o combinar con mayor facilidad en algún volumen) se ha convertido en tierra de nadie. O logras alguno de los premios que se otorgan en ese rango (Domingo Santos, Alberto Magno; el Pablo Rido ya casi ni lo cuento, que está en su última edición…) o se acabó. Demasiado esfuerzo para un panorama tan desolador. Así pues, tendremos que resignarnos a perdernos ese tipo de relatos, por mucho que en esas longitudes medren historicamente algunos de los mejores cuentos fantásticos de la historia.
Para ser sincero, he de admitir que es ésta una protesta interesada. Cada vez me cuesta más narrar lo que quiero en menos de 5.000 palabras. Ya no me satisfacen creativamente los cuentos con desarrollos y substratos forzosamente limitados. Como tal circunstancia deviene en un handicap enorme para su publicación, la motivación anda bajo mínimos. Tendré que centrarme en la novela, que tampoco es que tenga mucha salida, pero puestos a hacer el tonto…
Estoy cansado sólo de pensarlo.
PS: Enhorabuena también a NCG3660, Alfa Eridiani, Bem-Online, el Sitio de Ciencia Ficción, Aurora Bitzine, Axxón, Sinergia, Ocio Joven y Web Libro Andrómeda, que en ningún momento he querido insinuar que su labor no sea imprescindible y meritoria. Es sólo que hay campos que la publicación electrónica aún no puede cubrir.
PS2: En estos momentos disponemos de una publicación en papel, «Historias asombrosas» que permite cuentos de cierta longitud (aún no existía en el 2007). Sin embargo, tampoco puede cubrir por sí sola el hueco (ni llegar, por sus características, a los relatos más largos).
PS3: Vale, tengo pendiente de publicación un cuento de 7.000 palabras en un ezine que se presentará en sociedad en breve, pero es un caso excepcional. Me siguen preocupando los seis o siete con más de 10.000 palabras que cogen polvo en mi disco duro.
¡Felicitaciones! Me sienta bien compartir una antología contigo, a quien considero más experto en estas lides de la escritura ;)
Las publicaciones electrónicas han llegado para quedarse, creo, pero a mal tiempo buena cara: siguen dando difusión al género, antes que condenarlo al olvido. Sé a qué te refieres con los relatos largos, pero creo que tarde o temprano también tendrán más cabida (sí, soy optimista).
¡Enhorabuena!
Gracias, y enhorabuena a ti también. Ahora, a por la del año que viene.
En cuanto al medio electrónico, me parece perfecto (¡Hey, editábamos un ezine!), pero el género fantástico precisa de diversidad de opciones. Llevamos ya unos años en una dinámica que favorece los minicuentos (1.000-2.500 palabras) y penaliza los relatos más largos (la desaparición de las revistas en papel y las antologías profesionales ha supuesto sólo la puntilla). El problema es que cuando algo no se utiliza acaba atrofiándose (tanto desde un punto de vista creativo como apreciativo). La disminución de la diversidad es siempre negativa, y más cuando afecta a una estructura tan precaria como la literatura fantástica en español.
Pero bueno, dejemos por un tiempo las preocupaciones por el futuro, que ahora toca celebrar la selección del Fabricantes de Sueños 2008.
Felicitaciones, leí el cuento hace poco y me gustó bastante, de hecho el que más de ese número concreto de Miasma.
Sobre la longitud, lo comparto bastante. Y creo que la publicación electrónica no es la quimera que nos venden los entusiastas, aunque tampoco es la mierda que nos quieren vender los detractores. Está bien en tanto en cuanto permite leer (y publicar) de manera regular a nuevos valores, pero creo que poca gente se anima a «probar/perder el tiempo» con estos nuevos valores (y te lo dice alguien que lee bastantes e-zines, Rescepto en su tiempo incluido). Es necesario que existan más publicaciones en papel, hoy por hoy. Y me refiero a publicaciones, no autopublicaciones.
En cualquier caso, Historias Asombrosas (al menos su número 1 que por ahora es el que sirve para juzgar) también ha mostrado un sesgo claro hacia los minicuentos, como bien apuntas, así que….
Muchas gracias, me alegro que te gustara.
En cuanto a los ezines… su mayor problema de cara a la difusión de nuevos valores es que existe una tendencia (contradictoria a priori) a que se formen grupúsculos cerrados en torno a ellos, así que es muy bueno que una publicación como el Fabricantes rompa en cierto modo esa dinámica y los presente a un público un poco más amplio. De todas formas, como bien apuntas, andamos cojos con respecto al siguiente escalón, que vendría a ser el de la consolidación, y que hoy por hoy sólo podría asentarse sobre una publicación voluminosa en papel (si es profesional, mucho mejor). Vala, posiblemente corra peligro de ser deficitaria, pero es que nos hemos quedado sin nada después de unos años de relativa abundancia, y me temo que sean las mismas editoriales las que lo acaben pagando si el «núcleo duro» de aficionados al fantástico (y las nuevas generacioens) se atomiza y se aleja de ellas.
Historias Asombrosas, pese a sus 100 páginas, no se puede permitir más que un cuento de cierta longitud por número (en el 1º, el muy prometedor de Anabel Zaragozí). Yo bajaría un poco el tamaño de letra (de hecho, se lo sugería a David Mateo, pero la maquetación la llevan los de Scifiworld y no sé si querrán probar), para que entrara algo más de texto. Sin embargo, lo cierto es que aún haría falta un lugar donde poder publicar, por ejemplo, novelas cortas, y para eso se necesitan 250 ó 300 páginas mínimo.
Habría que ver qué sucede con el paso de Artifex a e-zine, pero las perspectivas no parecen demasiado buenas… Preocupante lo de los reinos de Taifas que profileran en internet como bien apuntas. Se tiende al colegueo en foros, páginas, blogs, etc. y al jabón entre amigos, algo que a mí me parece dañino.
El problema ahora mismo es que la oferta es muy superior a la demanda y el comprador prefiere, por lo general, libros de autores consagrados que le puedan gustar, lo que hace que pocos editores se arriesguen y sea difícil (o casi imposible) la consolidación.
Pienso que, en el caso de Artifex, es una involución. La nueva publicación no va a poder asumir las funciones de la antigua (cada medio posee sus ventajas e inconvenientes). Y seguirá faltando ese referente en papel para la larga extensión que permita crecer como escritor.
En otro orden de cosas, no estoy de acuerdo con que la oferta sea tan superior (o, quizás, no más que siempre). Hace apenas tres años teníamos más o menos los mismos ezines (cambiemos unos por otros) y además disponíamos de Artifex, Galaxia, Gigamesh, Solaris, Paura y Asimov. Este año pasado se habrán publicado menos cuentos que en cualquier otro del último lustro. Lo que falta es un referente claro que, para bien o para mal (un gran problema del sistema antiguo era que el filtro sobre lo considerado bueno o malo estaba en los gustos de unos pocos editores) atraiga hacia sí a la mayor parte de los aficionados (que luego pueden ampilar sus lecturas de acuerdo con sus gustos).
El reaultado es la sensación esa de que hay demasiada oferta, cuando en realidad hay menos que nunca, es sólo que se encuentra muchísimo más dispersa, y exige de un esfuerzo por localizarla que, acostumbrados al modelo de las revistas de prestigio, los aficionados no están por ahora dispuestos a desarrollar (es más cómodo quedarse en la islita propia).